“La gastronomía española es una combinación evolucionada de distintas cocinas, hijas de distintas culturas que han habitado nuestro suelo y lo han escogido para mezclarse. Íberos y celtas, la antigua Roma, la dominación árabe, la época medieval… hasta llegar a nuestros días, todas estas etapas históricas han ido dejando su impronta, marcando la evolución y conformando la rica variedad culinaria que hoy en día disfrutamos y que ha convertido a nuestro país en un referente ineludible de la gastronomía internacional” – (Scoolinary)
Con cerca de 250 Estrellas Michelin, la gastronomía española se sitúa entre las más reconocidas del mundo y cuyo éxito reside en nuestros platos de siempre:
- La tortilla de patata, una delicia elaborada con aceite de oliva, huevos, patatas y cebolla (que nunca le falte).
- La paella, una exquisita combinación de arroz, pollo, conejo, judías…
- El jamón ibérico, un manjar que triunfa en todo el mundo y que se ha convertido en un producto irresistible.
Gracias a la COCINA TRADICIONAL disfrutamos de una experiencia auténtica con nuestros clásicos. Los guisos de siempre no pueden faltar cuando hablamos de tradición: el cocido madrileño, el caldo gallego, la sopa de ajo, la fabada asturiana, las lentejas con chorizo… platos de cuchara convertidos en el mejor remedio contra el frío. Sin embargo, la diversidad del mar Cantábrico, el mar Mediterráneo, el océano Atlántico y los ríos que atraviesan el país convierten al marisco en uno de los productos más cotizados de nuestra cocina: conchas de vieira, ostras, langostas, gambas, anchoas, sardinas, el bacalao, el atún, la merluza, el rape… y podríamos continuar nombrando productos que se cocinen como se cocinen siempre están deliciosos.
La gran variedad del clima peninsular nos regala unos pastos excepcionales para nuestra ganadería. Por eso nuestras carnes y quesos tienen un sabor tan especial. El jamón ibérico es un pilar fundamental de nuestra cultura, pero además contamos con otros embutidos como el jamón serrano, el lomo, el chorizo, la butifarra, la longaniza y la sobrasada. Y si te gusta la carne, los entrecots, el chuleton, el cordero lechal y el cochinillo ocupan un puesto privilegiado en nuestra carta. Pero el ganado no solo nos regala carne, de él se obtienen quesos como el azul de Cabrales, la Torta del Casar el queso de Burgos...
Sin dejar atrás la tierra que alimenta a nuestra ganadería, los productos de la huerta nos permiten comer fresco y sano. Las verduras, hortalizas, cereales y legumbres se convierten en la base de algunos de nuestros platos estrella: tortila de patata, la tierra valenciana para la paella, las papas arrugás, el mojo verde, el mojo picón, el gazpacho, ensaladas, el pisto...
Y lo mejor para terminar un día tradicional es con un dulce más tradicional aún. En Galicia puedes degustar las filloas o la tarta de Santiago; en Madrid los churros, el mel-i-mató o el turrón de Jijona y en Mallorca una deliciosa ensaimada.
Déjate impresionar por el ENOTURISMO español recorriendo las ocho grandes zonas vinícolas que ofrecen una cata en cualquiera de sus bodegas. En el Valle del Ebro se produce el Rioja, con gran cuerpo y sabor intenso; en el Valle del Duero la uva Tempranillo nos regala el Ribera del Duero, un Toro y un Rueda; en la Costa Mediterránea predominan los espumosos con el cava de Penedés y los vinos de Jumilla o de Utiel-Requena; en la Meseta encontramos el famoso Valdepeñas; en Andalucía encabeza el Jerez; en las Islas Baleares los vinos autóctonos de Pla Llevant o el Binissalem; y en las Islas Canarias, con su suelo volcánico, el Tacoronte o el Valle de la Orotava.
Gastronomía y Enología se suman en un abrazo para acoger al visitante y que este conozca las raíces de un lugar.