EUROPA



“Europa es una nación compuesta de muchas”

Yaiza Aragón 

“Europa es una nación compuesta de muchas” (Montesquieu); un continente que corta la respiración desde la llanura que abarcan los montes Urales, el océano Atlántico y la cordillera de los Pirineos, pasando por las tierras altas centrales de los montes escandinavos, el Macizo Central francés, la Selva Negra y los montes de Bohemia hasta las cadenas de montañas alpinas de los Alpes, los Balcanes y los Pirineos.

Paisajes montañosos, playas de arena, campos interminables, ciudades repletas de gente, museos, galerías de arte… Esto es Europa, el lugar que ofrece todo aquello que quienes la visitan buscan. 


Italia 

Se ha convertido en la madre de la literatura, la pintura y la escultura, cobijando en su cultura a maestros como Sandro Botticelli (El nacimiento de Venus), Miguel ángel (El David) y Leonardo Da Vinci (La Gioconda).

Visitar Roma es como retroceder en el tiempo y adentrarse en la historia gracias al Coliseo, la Fontana de Trevi, el Foro Romano o el Panteón de Agripa. 

Los viajes a Milán están llenos de glamour. La capital de la moda se viste de belleza en sus paisajes, edificaciones y obras de arte: Catedral de Milán, Galería de arte moderno, Galleria Vittorio Emanuele II...

Famosa por la presencia de su antigua universidad, Bolonia comenzó a ser una ciudad juvenil y dinámica. Donde, además de la diversión, es un importante centro cultural y un conocido destino gastronómico.



El país del cricket, el té, la lluvia, los hooligans y la puntualidad, un territorio lleno de contrastes, historia, belleza y grandes oportunidades.

Formado por las naciones de Escocia, Gales, Inglaterra e Irlanda del Norte, Reino Unido se encuentra rodeado por el océano Atlántico y el mar del Norte, con bajas temperaturas y un clima templado pero lluvioso.

Londres mezcla sus costumbres tradicionales con un ambiente multicultural y cosmopolita, donde buscar alguna ganga en los mercadillos de Portobello o Camden, subir al London Eye, fotografiar al Big Ben y las cabinas rojas de teléfono o relajarte en sus parques deben formar parte de tu día a día.

Y si todavía quieres más, no te olvides de recorrer el Támesis en un crucero, ir de compras por Oxford Street, tomar una pinta en algun pub o cruzar el Tower Bridge.

Edimburgo es una acogedora ciudad que destaca más por su gran ambiente que por la actividad turística. Dividida entre Old Town y New Town,  recalcar el grandioso castillo de Edimburgo; pero si hablamos de lugares que conocer, el Palacio de Holyrood, La Royal Mile o el atardecer desde la colina de Calton Hil son visitas imprescindibles junto con la degustación de una pinta, un whisky o el haggis.

El carácter joven, tolerante y cosmopolita de Mánchester está presente en cada rincón. Es una de las capitales musicales más importantes delmundo, y en los barrios de moda, como el Northern Quarter, encontrarás desde cafeterías bio a restaurantes veganos, pasando por tiendas vintage y algunos de los mejores pubs de la ciudad.

Su increíble y precioso patrimonio arquitectónico de antiguas naves y fábricas victorianas de ladrillo y acero, se han convertido en galerías de arte, restaurantes, complejos culturales y centros comerciales.


Irlanda

La tierra de los paisajes para todos los gustos y sentidos: llanuras verdes, ríos caudalosos, acantilados, antiguas abadías en medio de un valle... Pero también, el lugar de las patatas acompañando cada plato irlandés, incluyendo el tradicional desayuno de potato cakes juntos a unos huevos, bacon, salchichas y más.

Dublín, esa ciudad turística que te recibe con los brazos abiertos. Tomarte una pinta de cerveza negra en el Temple Bar, perderte en su laberinto de callejuelas, observar sus viejos edificios de piedra y ver tu silueta en el cristalino agua del río Liffey son los principales activos de la ciudad.


Francia

Un país que enamora antes de poner un pie en sus tierras. Gastronomía, moda, deportes, fiestas y tradiciones llevan consigo el sello de su relajado estilo de vida.

Siendo una de las mejores ciudades para visitar de Europa y de las más bonitas de Francia, París ha sido siempre la ciudad del romanticismo: un paseo a orillas del río Sena, recorrer los barrios de Le Marais y Montmartre, ver la Torre Eiffel desde todos sus ángulos o tomar un croisant con café en alguna de sus típicas terrazas.

Tampoco puedes perderte las vistas que ofrecen las azoteas de las Galerías Lafayette, pasar horas disfrutando del arte en el Louvre y, cómo no, entrar en la maravillosa Catedral de Notre Dame.


Austria

El país del relieve montañoso, donde alrededor de sus ciudades se extiende un paraíso verde, de manera que ambiente urbano y naturaleza se unen para ofrecer una experiencia completa.

Dar un paseo por el río Danubio observando a los cisnes, perderte entre grandes joyas artísticas en sus más de 100 museos, caminar entre los hermosos jardines del palacio de Schönbrunn, comer la famosa tarta Sacher en el Café Sacher, alucinar con la Ópera de Viena, entrar en la Biblioteca Nacional Austriaca y divertirte en el antiguo parque de atracciones Prater son algunas de las cosas que te regalarán momentos inolvidables en Viena. 



Compuesta de una compleja historia, iglesias pintadas de vivos colores, montañas rocosas y pueblos que parecen de otra época se erige Rumanía, un país donde la leyenda de Drácula domina su imagen turística, y cuyo lugar clave es el castillo de Bran (con sus torres y alamenas rodeadas de bosque y niebla en pleno puerto de montaña de Transilvania).

Bucarest es la ciudad de los museos, del estilo neoclásico francés del siglo XIX y del refinamiento de la cultura. Un lugar dinámico y divertido repleto de modernos cafés, iglesias ortodoxas y villas art nouveau que pasan desapercibidos ante los ojos de los turistas que están de paso hacia Transilvania o los Cárpatos.


Bélgica

El lugar de la sintonía perfecta entre las muestras del Renacimiento, del Barroco y del Gótico. Su arte flamenco es famoso en todo el mundo, situando a Bélgica en el centro de la pintura mundial (Rubens, Van Eyck o Bruegel).

Viajar a Bruselas es viajar al corazón de Europa. Una ciudad de aspecto medieval repleta de arquitectura, restaurantes y tiendas de lujo.

La Grand Place, el ayuntamiento, sus barrios, el laberinto de callejuelas, la estatua del Manneken Pis, el Atomium y el chocolate belga son algunas de las visitas a realizar en esta ciudad cosmopolita, al igual que una ruta con cata de típicas cervezas belgas.


De entre todos los destinos europeos, hemos escogido aquellos que tienen vuelos directos desde Santander. Sin embargo, os traemos un par de catálogos para poneros los dientes largos.










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